La gracia divina

 

Creemos y testificamos que las Santas Escrituras enseñan que la Gracia Divina es aquel propósito eterno de Dios por el cual provee la salvación a los pecadores (Efesios 2:8-9; Tito 2:11), abriéndoles el camino de su favor sin éstos merecerlo (Romanos 5:8). La gracia excluye absolutamente toda jactancia humana y promueve la humildad.