Separación bíblica

 

Creemos que todos los cristianos somos llamados a una vida de separación, y nuestro vivir cotidiano no debe de traer ningún reproche a nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

 

La Biblia enseña que estamos viviendo en los últimos tiempos (1 Juan 2:18) en los que hay hombres que tienen “apariencia de piedad pero niegan la eficacia de ella”; las Escrituras nos instruyen a evitarlos (2 Timoteo 3:1-5; 2 Pedro 2:1), mientras velamos por la integridad de nuestras propias almas (1 Corintios 10:12).

 

Mientras reconocemos la necesidad de la unidad de todos los creyentes, es también evidente el error que se ha desarrollado en muchas organizaciones e iglesias reconocidas. Por ello, nosotros no aprobamos la posición del Concilio Mundial de Iglesias, ni tampoco ningún deseo de ecumenismo con organizaciones e iglesias que simpaticen con dicha organización. Así como también nos mantendremos separados de la Alianza Evangélica Española y Europea debido al ecumenismo existente dentro de la misma. Estaremos en abierta oposición al movimiento Neo-Evangélico, Nueva Era, Movimiento Ecuménico, Carismático, Neo-Ortodoxo, y no cooperaremos en programas evangelísticos entre iglesias que no compartan y practiquen la fe una vez dada a los Santos (2 Corintios 6:14-18; Efesios 5:11-12; Judas 3). Este compromiso de separación eclesiástica deberá ser asumido por cada individuo y trasladado a los particulares de su vida cotidiana.